miércoles, 8 de junio de 2011

ANA


No conocía la enfermedad de cerca,únicamente había coincidido con una chica que la tenía. Fue por casualidad, en una reunión de una asociación a la que íbamos como voluntarias. Desde el primer momento ella dejó clara su condición e identidad de anorexica, nos mostró sus huesos cubiertos de piel, su piel cubierta de cicatrices por intentos de suicidio. A la hora de comer insistió en que nos diéramos cuenta de que era capaz de sobrevivir todo un día con una hoja de lechuga sin aliñar. Después fue al baño. Me contó que quería ser psicóloga. La anorexia era su filosofía de vida, no lo ocultaba, vivía por, para.."Ana".
Tras ese encuentro no termine de tener una idea clara sobre esta enfermedad, solo sabía que se llevaba una parte muy importante del reducido presupuesto de salud mental y no terminaba de verlo justo.
Hace un par de años conocí la enfermedad, no en mis carnes, pero la vi muy de cerca, en su mayoría chicas muy inteligentes que no podían hacer frente ellas solas a su enfermedad, que pedían ingresos voluntarios y que nada tenían que ver con esa imagen de niñas superficiales que la mayoría tiene en la cabeza. Es una enfermedad mental, y aunque sea paradójico, gorda, muy gorda. Las atrapa, les impide ser dueñas de sus vidas, ser felices, saben que pueden morir, piden ser ingresadas, que les pongan sondas, que les ayuden. Muchas consiguen mejorar, algunas curarse¡Qué lecciones de vida! Otras siguen con su peregrinación de un centro a otro, normalmente estas chicas son las que ven a la anorexia como un estilo de vida(se autodenominan anorexicas, no persona CON anorexia), como una forma de control, de castigo...No son conscientes de que tienen un problema, de que mis piernas no son más flacas que las suyas por mucho que ellas lo vean así. No entro en discusiones, no les llevo la contraria, simplemente les digo que soy como soy, sin comparaciones (aunque a veces todos nos comparamos, supongo que para definirnos a nosotros mismos).
Hoy una chica que mide un metro setenta me decía: "Sé que 34 kilos no son muchos, ahora a ver como se lo explico a mi cerebro"

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