Así eramos, siempre que podiamos estabamos juntas, los veranos en un principio y a medida que fuimos creciendo nos veiamos también durante el resto del año, nos mandabamos mensajicos, nos llamabamos...Etc. Compartimos muchas, muchisimas juergas y risas. Con el tiempo se echó un novio y los tres nos lo pasabamos muy bien, él me llamaba casi todos los días ya que decia que estaba muy agusto hablando conmigo pero que su novia no tenía tiempo ni de llamarme, que ya le decía él que me llamase más, pero que no sacaba tiempo. Poco a poco nos fuimos distanciando, pero el distanciamiento ya fue radical tras quedar una vez las dos parejas y comprobar su novio que yo seguia tan cabra loca y que su novia también, no le gustó ver que a pesar del tiempo seguiamos llevandonos igual de bien y siendo tan complices en nuestras andanzas. Ella se llevó bronca como si de un padre se tratase y yo...no volví a saber de ella hasta hace un año, cuando me invitó a su boda y le organizamos su despedida, decía que teniamos que quedar más, que no se que y que no se cuantos...Nos lo pasamos como en los viejos tiempos, y no se cansó de repetir que había vuelto la Bizitza de siempre, al parecer todo el mundo comentaba que yo me habia venido a menos, que mi novio me habia atado en corto...que...a fin de cuentas, que yo ya no era la de antes, que si una amiga le habia contado nosequé mentiras sobre mi, su novio otras tantas y gente de mi entorno decia que yo vivia amargada, pero se había dado cuenta de que no era así, y de lo mucho que me había echado de menos,taaaaanto,tantisiiiimo. Tras la boda no he vuelto a verla ni a saber de ella, menos mal que estas cosas ya no me hacen el daño que me hacian antes, por algo es parte del pasado, de mi pasado. Fuimos uña y carne para lo bueno, eso no nos lo quita nadie.
miércoles, 25 de mayo de 2011
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