Supongo que son casualidades de la vida, que una se centra en si misma y todo se pone patas arriba, en realidad no me he escondido en mi burbuja, he seguido estando presente pero sin cargar todo el tiempo con los miles de problemas que acechan a mi entorno.
En estos meses ha pasado un poquito de todo, algunas cosas se veian venir y no fuimos capaces de evitarlas, otras en cambio llegaban de puntillas, pero bueno, supongo que no soy tan importante ni tan imprescindible como para ser yo la culpable de todo.
Si que me siento culpable, no voy a mentir, porque cuando yo abarcaba con todo no pasaban estas cosas y, si pasaban, las sufria yo solita, pero no voy a venirme abajo por todo ello, sino que sé que tengo que seguir aqui, donde estoy, buscando mi equilibrio para poder ser punto de equilibrio para otros.
A comienzo de verano, en un momentillo de debilidad me pregunte porqué ahora que yo empezaba a estar bien el resto de mi entorno se venia abajo (cualquiera diria, antes solo mirabas tu dolor y no veias el de los demas, pero no, no es eso, mi dolor solo lo veo y lo reflejo aqui, en mis momentitos de desahogo), y me parecia un poquito injusto que cuando yo estuve hundida nadie me pregunto ni me ayudo, ni me animo, y eso que estaban bien, sin problemas, y ahora que ellos caen, yo estoy bien, y les acompaño, les aconsejo, les animo, les abro el camino...Y todo eso me alegra, pero como ya he dicho antes en ese momento de debilidad me parecio injusto.
Y hago lo que hago porque supongo que solo se funcionar así, a sabiendas que la vuelta no llegara. Y me planteo dar el 100 % de mi, pero a la vez me freno y digo que eso solo me lleva en una dirección, que es mejor dar la mitad y guardar la otra mitad, y me lo digo a sabiendas de que me engaño.
Pero a pesar de todo no estoy mal, a veces acecha la ansiedad y me paso varios días sin dormir, pensando en todo lo que podría hacer, pierdo un poquito el control, me agobio y mi cerebro se dispara, pero de una forma u otra retomo las riendas.
No es facil luchar contra viejas costumbres y tampoco lo es, después de vencer a una costumbre darte cuenta que en realidad no has ganado nada, sino que has perdido tu referencia, pero hay que probar a estar no detrás de la barrera, sino en el burladero, para salir cuando hace falta.
Jamás crei que me saldria una comparación taurina...en fin, mi pinza que baila como quiere!
En estos meses ha pasado un poquito de todo, algunas cosas se veian venir y no fuimos capaces de evitarlas, otras en cambio llegaban de puntillas, pero bueno, supongo que no soy tan importante ni tan imprescindible como para ser yo la culpable de todo.
Si que me siento culpable, no voy a mentir, porque cuando yo abarcaba con todo no pasaban estas cosas y, si pasaban, las sufria yo solita, pero no voy a venirme abajo por todo ello, sino que sé que tengo que seguir aqui, donde estoy, buscando mi equilibrio para poder ser punto de equilibrio para otros.
A comienzo de verano, en un momentillo de debilidad me pregunte porqué ahora que yo empezaba a estar bien el resto de mi entorno se venia abajo (cualquiera diria, antes solo mirabas tu dolor y no veias el de los demas, pero no, no es eso, mi dolor solo lo veo y lo reflejo aqui, en mis momentitos de desahogo), y me parecia un poquito injusto que cuando yo estuve hundida nadie me pregunto ni me ayudo, ni me animo, y eso que estaban bien, sin problemas, y ahora que ellos caen, yo estoy bien, y les acompaño, les aconsejo, les animo, les abro el camino...Y todo eso me alegra, pero como ya he dicho antes en ese momento de debilidad me parecio injusto.
Y hago lo que hago porque supongo que solo se funcionar así, a sabiendas que la vuelta no llegara. Y me planteo dar el 100 % de mi, pero a la vez me freno y digo que eso solo me lleva en una dirección, que es mejor dar la mitad y guardar la otra mitad, y me lo digo a sabiendas de que me engaño.
Pero a pesar de todo no estoy mal, a veces acecha la ansiedad y me paso varios días sin dormir, pensando en todo lo que podría hacer, pierdo un poquito el control, me agobio y mi cerebro se dispara, pero de una forma u otra retomo las riendas.
No es facil luchar contra viejas costumbres y tampoco lo es, después de vencer a una costumbre darte cuenta que en realidad no has ganado nada, sino que has perdido tu referencia, pero hay que probar a estar no detrás de la barrera, sino en el burladero, para salir cuando hace falta.
Jamás crei que me saldria una comparación taurina...en fin, mi pinza que baila como quiere!
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